El mobiliario

El recibidor

Existe, sin razón, cierto orden de preeminencia entre las diferentes habitaciones de una vivienda: según este orden, la entrada, muy a menudo, queda relegada al último lugar. Sin embargo, debemos dedicarle la mayor atención, puesto que es el sitio donde se recibe a los invitados, produciendo en ellos una primera impresión. Puente entre el exterior y el interior, pone también en comunicación las diferentes zonas de la casa.

Sus dimensiones, la importancia de las puertas y del paso suelen obligarnos a reducir el mobiliario a lo esencial: el perchero, una mesilla para depositar en ella guantes y bolsos y un paragüero: pero si el espacio lo permite, quedará más cómoda con la instalación de un guardarropa, una silla o dos, un velador, y ya resulta más acogedora.

La iluminación ampliamente difundida, artificial si no hay otro remedio, hará más grata la bienvenida al visitante.

Este lugar, a menudo sin muebles, puede animarse a base de superficies coloreadas (techo, puertas), ampliaciones fotográficas que recubran alguna mampara, un espejo, plantas o flores.

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