Joven ama de casa

¡Su casa! Tal vez usted, ya de niña, soñaba con ella... mañana, hoy quizás, podrá decir "mi casa", "nuestra casa".

Si se la imaginaba en sueños, se debe a que sabía confusamente que puede dársele un alma a los objetos inanimados.

Del ambiente que dará a "su hogar" dependen muchas cosas; más de las que pueda imaginar. Los aparatos domésticos simplificarán, desde luego, sus tareas, le harán ganar un tiempo precioso, pero es el arreglo y la disposición de su piso —de varias habitaciones o, para empezar, de una sola, por pequeña que sea— lo que dará el tono a su nueva vida.

Sin duda ha visitado alguno de esos pisos espaciosos, pero amueblados de forma tan desagradable, tan mal dispuestos, tan fríos, que se experimenta en ellos la sensación de hallarse en el vestíbulo de una estación, en una eterna espera. Por el contrario, en otros pisos en los que el espacio es más limitado, parece que el tiempo vuela; se querría permanecer allí indefinidamente, por la sensación de bienestar que se experimenta. No se llame a engaño: en estos últimos hogares, la técnica, la reflexión, el sentido común, el gusto... y el amor de los que viven, y de los que son recibidos en ellos, se hallan presentes en los menores detalles.

En este sitio, escrito para usted, encontrará ideas, planos, informes y consejos que le ayudarán a concebir su instalación de acuerdo con el estilo de una vida moderna.

La verdad es que todo es importante en este aspecto: la elección de determinados colores, la forma de decorar las paredes, los suelos, la tapicería. Se trata, en suma, de la adopción de un ambiente alegre, tónico, suave, sedante.

Los muebles, en una casa actual, deseará que sean de una belleza funcional. No estarán allí simplemente como "mobiliario", sino para ayudarle a vivir; querrá que las alacenas, las arcas, los armarios, no estorben y se hallen dispuestos interiormente de manera que faciliten un orden completo y racional; las mesas serán prácticas, adaptándose tanto a la vida familiar como a una recepción de amigos de la casa; los asientos y las camas resultarán, ante todo, muelles y cómodos.

Si está bien instalada, disfrutará de mayor espacio y, al haber dispuesto un lugar para cada cosa, el arreglo de su casa se convertirá en un juego de niños. El orden, la distribución, tiene una notable importancia; evitan pérdidas de tiempo y esas pequeñas porfías y discusiones que amargan la vida cotidiana.

Incluso en un domicilio que crea que va a ser transitorio, no vacile en realizar los arreglos indispensables. Un marco agradable, bien adaptado a su género de vida, mejorará su rendimiento y dinamismo. Además, en nuestra época, este tipo de inversiones no se pierden jamás, ya que aumentan el valor del local en caso de traspaso o venta.

De su cocina le hablaremos largo y tendido. ¿No es acaso el corazón del hogar? Por de pronto, queremos ayudarle a sacar de ese lugar, grande o pequeño, el mejor partido posible. Es esencial: se trata de evitar que dé paseos inútiles. Ha de realizar sus tareas dentro de un orden lógico, con el máximo de comodidad y en un período mínimo de tiempo. Le presentaremos los aparatos electrodomésticos que irá adquiriendo poco a poco, y se le darán instrucciones sobre su elección. En cuanto a los utensilios menudos, hemos seleccionado lo que de verdad es necesario y útil; en este aspecto, lo superfluo resulta más bien un engorro, aparte de su excesivo costo.

Todo lo que precede nos lleva a una de las cualidades esenciales del ama de casa moderna: la organización.

Aprender a comprar bien, así como a ordenar todas sus tareas domésticas de tal modo que se realicen con calma y a su debido tiempo.

Pero, para que las cosas se hagan bien y rápidamente, conviene saber introducirse..., y aquí surge la palabra clave de la vida doméstica de nuestros días: técnica.

Las técnicas modernas no son sino una adaptación de los "métodos de ayer". Ya se refieran al lavado o al planchado, ya a las tareas más insignificantes, estas técnicas han sido revisadas, estudiadas, experimentadas y perfeccionadas por especialistas. Conviene conocerlas a fondo; vale la pena, pues su finalidad consiste en evitarle tanteos y errores. Se le hablará de ellas a lo largo de esta obra. Y se le hablará también de aquellos usos que le harán más fáciles y agradables las relaciones sociales.

Hemos reflexionado igualmente acerca de todo este "papeleo" ingratamente indispensable en la vida moderna que —debemos confesarlo— nos abruma. ¿Sabe que existe una técnica, basada en el sentido común, para escoger, clasificar... y tirar?

Un último punto y muy importante: el presupuesto, nervio de la vida cotí-diana. Sepa en qué situación se halla, qué es lo que verdaderamente desea y a dónde va, y verá como con un método de trabajo y de reflexión todo le resulta fácil.

El aprendizaje del oficio de ama de casa es el propósito fundamental de esta obra. Para usted es una etapa en la vida. Cuando haya puesto en práctica estas teorías, cuando haya construido un nido encantador, cuando haya logrado realizar a la perfección todas sus tareas domésticas, habrá llegado el momento de que abra sus ojos al exterior.

Ese pequeño puerto, ese rincón seguro y cómodo que es su casa, no debe ser el único objeto de su existencia. La comodidad, no lo olvide, no es el ideal de una vida. Le da, eso sí, más tiempo, más fuerza y mayor ardor para el trabajo: tesoros que hay que saber emplear con generosidad en bien suyo y en el de los demás.

La casa cómo arreglarla para vivir mejor

Si nuestra época, tal vez como ninguna otra, multiplica los estudios, las revistas, los sitios sobre el arreglo de las viviendas, es porque se trata de una verdadera evolución de nuestra civilización: se vive menos en casa, pero se vive mejor, con más comodidad.

En las ciudades, la falta de espacio vital, los obstáculos al buen equilibrio nervioso, tales como el ruido y el hacinamiento, han llevado a los arquitectos y a los decoradores a sacar partido de locales que nadie, en otros tiempos, habría imaginado que pudiesen ser utilizados como vivienda. Se encuentra así el modo, no sólo de recuperar, sino de hacer atractivos los sitios más ingratos, desde el tórrido o glacial altillo, hasta las plantas bajas y oscuras.

En el campo, los graneros van siendo adaptados para vivienda, los viejos retretes se transforman en cuartos de baño... Por lo tanto nunca hay motivo de desesperación ante la vivienda que le haya tocado en suerte. Con este objeto hemos multiplicado los planos, para que pueda ver cómo sacar provecho de todas las superficies.

El atractivo de una vivienda depende, ante todo, de su organización y de su comodidad. Ésta no debe ser considerada como un lujo; tanto si reside en la ciudad como en el campo, tiene que esforzarse por llevar una existencia dentro de las mejores condiciones, ya que de ellas dependen en gran parte su feliz equilibrio y el de los suyos.

Asimismo, querrá que esa vivienda cómoda y práctica esté bien amueblada, decorada con gusto; deseará crear en ella un ambiente personal... vacilará ante todas las soluciones que se le brinden... Antes de tomar una decisión, infórmese, mire, compare, aprenda si no ha aprendido ya, a distinguir los estilos de los muebles y de los objetos que nos ha legado el pasado. Los sitios especializados, la visita a los museos, le iniciarán en este conocimiento. Un mueble es algo así como una página de historia que revela el estilo de vida de una época.

Aprenda también a discriminar, entre los muebles actuales, aquellos que son de calidad. Adaptados a nuestra vida moderna, cuentan más por su materia y por su volumen, que por los detalles decorativos.

Pero, para utilizar estos conocimientos y sacar de ellos el mejor partido posible, conviene ante todo aprender a conocer los materiales, a utilizar los colores, a evaluar proporciones, a equilibrar y repartir volúmenes —esto es, saber donde conviene colocar un mueble o dejar un vacío—; conocimientos sin los que no se sabrían apreciar en todo su valor las cosas más hermosas.

¿Dónde va a vivir?

En la ciudad, en el campo, en un edificio nuevo, en un piso antiguo, en una casita particular o en una granja espaciosa... o, sencillamente, en un simple estudio.

Sea cual fuere este hogar, representará cierta superficie, cierto volumen que necesitará organizar, adaptar a sus menesteres, a sus actividades; deberá no sólo satisfacer sus exigencias materiales, sino responder también a sus aspiraciones estéticas. El apreciar las ventajas de lo nuevo, el rejuvenecer lo viejo, paliar los inconvenientes de lo uno y lo otro, saber sacar provecho de la comodidad allí donde exista, crearla en donde no exista, todo ello exigirá muchas reflexiones y a menudo el valor de romper con tradiciones, con costumbres que no concuer-dan ya con nuestro modo de vivir.

¿Inquilino, propietario?

Tal vez no le sea posible elegir entre una y otra solución; las dificultades actuales de alojamiento le impondrán a menudo una decisión que no habría tomado en otras circunstancias.

Al inquilino de una casa de apartamentos no le gusta, por principio, emprender obras de cierta importancia. Se limita únicamente a los trabajos de limpieza y a aquellas mejoras poco costosas de las que sacará un beneficio inmediato. Política de corto alcance porque en verdad un gran número de arriendos que tenían que ser transitorios, se han prolongado indefinidamente.

El inquilino, antes de iniciar obras de alguna consideración, deberá obtener el correspondiente permiso del propietario.

De todos modos, aun en el caso de que no pueda introducir modificaciones de importancia, le será indispensable realizar ciertos trabajos relacionados con la higiene más elemental: desinfección del piso si existen dudas acerca del estado de salud de los inquilinos anteriores, lavar las pinturas o proceder a su completa restauración, o empapelar.

Aparte de los trabajos de limpieza, siempre le será posible transformar en alacena una puerta falsa; suprimir una puerta vidriera entre el comedor y el salón y, al unir estas dos habitaciones, convertirlas en una espaciosa y agradable "sala de estar".

Si quiere ser propietario de su casa, no descuide ciertas precauciones, porque esta operación presenta algunos riesgos.

¿Es antiguo el edificio? Busque el consejo de un experto en la materia (estado del edificio, importancia de las reparaciones, gastos de conservación). Haga un estudio crítico del alojamiento... Si se halla todavía ocupado, los muebles, la tapicería, los cortinajes, las alfombras ocultan el verdadero estado del lugar y pueden crear ilusiones engañosas sobre la comodidad real de la vivienda. El visitar un piso vacio evita desagradables sorpresas ulteriores.

Piense que las reparaciones indispensables para el arreglo de un piso antiguo, amenazan con aumentar notablemente su precio; y aquello que al principio parecía ventajoso, una vez hechas las reparaciones puede resultar tan caro como un piso nuevo sin poseer todas las ventajas.

¿Va a comprar a la vista simplemente de un plano? ¿Se construye por orden suya? De cualquier modo obre con cautela; rodéese también en este caso de toda clase de garantías financieras y técnicas.

El piso, comprado con sus ventajas e inconvenientes, es ya de su propiedad; a partir de este momento debe evitar las soluciones provisionales, parciales; adopte fórmulas definitivas, en función de su presupuesto, y ejecútelas, si es necesario, con urgencia.

Pero, aun siendo propietario, no podrá hacer cualquier clase de obras. En una casa de pisos (a menos que sea en la planta baja) no podrá eliminar las salidas de humos. Derribar un simple tabique, no exige precauciones particulares; no es un elemento sustentador. Pero debilitar una pared maestra, afectar a los cimientos de la casa, no se puede hacer sin el asesoramiento de los técnicos (arquitectos, contratistas) ni el consentimiento de los copropietarios, de lo contrario se arriesga a comprometer la solidez de todo el edificio y a tener que hacer frente a gastos importantes.

Organización del espacio

Ya ha elegido. Ha encontrado ese "raro objeto", un piso, una casa, un cuarto. Sin embargo, todos sus problemas no han quedado resueltos. ¿Cómo transformar ese local vacío en un hogar para vivir que, a la vez, sea cómodo y acogedor, elegante y práctico?

Los trabajos prioritarios

Primeramente, revise los servicios fundamentales (agua, gas, electricidad, equipo sanitario, inodoro, calefacción, etc.). Ya se dará cuenta de las obras que hay que realizar de inmediato.

El croquis de su futuro hogar

Después, con el metro en la mano, haga un croquis de su futuro alojamiento. En una hoja de papel cuadriculado (cuadrícula de 5 x 5 mm) dibujará el plano del suelo (dos cuadritos representan, a escala 1:10, 50 cm reales). No olvide los salientes. Indique en qué sentido se abren las ventanas, las puertas y su distancia del suelo. Anote la altura de cada lienzo de pared entre la ventana y el suelo, porque su altura le permitirá tal vez poner allí un mueble bajo, un fregadero, un lavabo, que no estorben al abrir la ventana.

Trace a continuación en distintos colores los trayectos necesarios para ir y venir entre las puertas, y de las puertas a las ventanas-De este modo habrá establecido los grandes ejes de circulación.