Joven ama de casa

¡Su casa! Tal vez usted, ya de niña, soñaba con ella... mañana, hoy quizás, podrá decir "mi casa", "nuestra casa".

Si se la imaginaba en sueños, se debe a que sabía confusamente que puede dársele un alma a los objetos inanimados.

Del ambiente que dará a "su hogar" dependen muchas cosas; más de las que pueda imaginar. Los aparatos domésticos simplificarán, desde luego, sus tareas, le harán ganar un tiempo precioso, pero es el arreglo y la disposición de su piso —de varias habitaciones o, para empezar, de una sola, por pequeña que sea— lo que dará el tono a su nueva vida.

Sin duda ha visitado alguno de esos pisos espaciosos, pero amueblados de forma tan desagradable, tan mal dispuestos, tan fríos, que se experimenta en ellos la sensación de hallarse en el vestíbulo de una estación, en una eterna espera. Por el contrario, en otros pisos en los que el espacio es más limitado, parece que el tiempo vuela; se querría permanecer allí indefinidamente, por la sensación de bienestar que se experimenta. No se llame a engaño: en estos últimos hogares, la técnica, la reflexión, el sentido común, el gusto... y el amor de los que viven, y de los que son recibidos en ellos, se hallan presentes en los menores detalles.

En este sitio, escrito para usted, encontrará ideas, planos, informes y consejos que le ayudarán a concebir su instalación de acuerdo con el estilo de una vida moderna.

La verdad es que todo es importante en este aspecto: la elección de determinados colores, la forma de decorar las paredes, los suelos, la tapicería. Se trata, en suma, de la adopción de un ambiente alegre, tónico, suave, sedante.

Los muebles, en una casa actual, deseará que sean de una belleza funcional. No estarán allí simplemente como "mobiliario", sino para ayudarle a vivir; querrá que las alacenas, las arcas, los armarios, no estorben y se hallen dispuestos interiormente de manera que faciliten un orden completo y racional; las mesas serán prácticas, adaptándose tanto a la vida familiar como a una recepción de amigos de la casa; los asientos y las camas resultarán, ante todo, muelles y cómodos.

Si está bien instalada, disfrutará de mayor espacio y, al haber dispuesto un lugar para cada cosa, el arreglo de su casa se convertirá en un juego de niños. El orden, la distribución, tiene una notable importancia; evitan pérdidas de tiempo y esas pequeñas porfías y discusiones que amargan la vida cotidiana.

Incluso en un domicilio que crea que va a ser transitorio, no vacile en realizar los arreglos indispensables. Un marco agradable, bien adaptado a su género de vida, mejorará su rendimiento y dinamismo. Además, en nuestra época, este tipo de inversiones no se pierden jamás, ya que aumentan el valor del local en caso de traspaso o venta.

De su cocina le hablaremos largo y tendido. ¿No es acaso el corazón del hogar? Por de pronto, queremos ayudarle a sacar de ese lugar, grande o pequeño, el mejor partido posible. Es esencial: se trata de evitar que dé paseos inútiles. Ha de realizar sus tareas dentro de un orden lógico, con el máximo de comodidad y en un período mínimo de tiempo. Le presentaremos los aparatos electrodomésticos que irá adquiriendo poco a poco, y se le darán instrucciones sobre su elección. En cuanto a los utensilios menudos, hemos seleccionado lo que de verdad es necesario y útil; en este aspecto, lo superfluo resulta más bien un engorro, aparte de su excesivo costo.

Todo lo que precede nos lleva a una de las cualidades esenciales del ama de casa moderna: la organización.

Aprender a comprar bien, así como a ordenar todas sus tareas domésticas de tal modo que se realicen con calma y a su debido tiempo.

Pero, para que las cosas se hagan bien y rápidamente, conviene saber introducirse..., y aquí surge la palabra clave de la vida doméstica de nuestros días: técnica.

Las técnicas modernas no son sino una adaptación de los "métodos de ayer". Ya se refieran al lavado o al planchado, ya a las tareas más insignificantes, estas técnicas han sido revisadas, estudiadas, experimentadas y perfeccionadas por especialistas. Conviene conocerlas a fondo; vale la pena, pues su finalidad consiste en evitarle tanteos y errores. Se le hablará de ellas a lo largo de esta obra. Y se le hablará también de aquellos usos que le harán más fáciles y agradables las relaciones sociales.

Hemos reflexionado igualmente acerca de todo este "papeleo" ingratamente indispensable en la vida moderna que —debemos confesarlo— nos abruma. ¿Sabe que existe una técnica, basada en el sentido común, para escoger, clasificar... y tirar?

Un último punto y muy importante: el presupuesto, nervio de la vida cotí-diana. Sepa en qué situación se halla, qué es lo que verdaderamente desea y a dónde va, y verá como con un método de trabajo y de reflexión todo le resulta fácil.

El aprendizaje del oficio de ama de casa es el propósito fundamental de esta obra. Para usted es una etapa en la vida. Cuando haya puesto en práctica estas teorías, cuando haya construido un nido encantador, cuando haya logrado realizar a la perfección todas sus tareas domésticas, habrá llegado el momento de que abra sus ojos al exterior.

Ese pequeño puerto, ese rincón seguro y cómodo que es su casa, no debe ser el único objeto de su existencia. La comodidad, no lo olvide, no es el ideal de una vida. Le da, eso sí, más tiempo, más fuerza y mayor ardor para el trabajo: tesoros que hay que saber emplear con generosidad en bien suyo y en el de los demás.

La casa cómo arreglarla para vivir mejor

Si nuestra época, tal vez como ninguna otra, multiplica los estudios, las revistas, los sitios sobre el arreglo de las viviendas, es porque se trata de una verdadera evolución de nuestra civilización: se vive menos en casa, pero se vive mejor, con más comodidad.

En las ciudades, la falta de espacio vital, los obstáculos al buen equilibrio nervioso, tales como el ruido y el hacinamiento, han llevado a los arquitectos y a los decoradores a sacar partido de locales que nadie, en otros tiempos, habría imaginado que pudiesen ser utilizados como vivienda. Se encuentra así el modo, no sólo de recuperar, sino de hacer atractivos los sitios más ingratos, desde el tórrido o glacial altillo, hasta las plantas bajas y oscuras.

En el campo, los graneros van siendo adaptados para vivienda, los viejos retretes se transforman en cuartos de baño... Por lo tanto nunca hay motivo de desesperación ante la vivienda que le haya tocado en suerte. Con este objeto hemos multiplicado los planos, para que pueda ver cómo sacar provecho de todas las superficies.

El atractivo de una vivienda depende, ante todo, de su organización y de su comodidad. Ésta no debe ser considerada como un lujo; tanto si reside en la ciudad como en el campo, tiene que esforzarse por llevar una existencia dentro de las mejores condiciones, ya que de ellas dependen en gran parte su feliz equilibrio y el de los suyos.

Asimismo, querrá que esa vivienda cómoda y práctica esté bien amueblada, decorada con gusto; deseará crear en ella un ambiente personal... vacilará ante todas las soluciones que se le brinden... Antes de tomar una decisión, infórmese, mire, compare, aprenda si no ha aprendido ya, a distinguir los estilos de los muebles y de los objetos que nos ha legado el pasado. Los sitios especializados, la visita a los museos, le iniciarán en este conocimiento. Un mueble es algo así como una página de historia que revela el estilo de vida de una época.

Aprenda también a discriminar, entre los muebles actuales, aquellos que son de calidad. Adaptados a nuestra vida moderna, cuentan más por su materia y por su volumen, que por los detalles decorativos.

Pero, para utilizar estos conocimientos y sacar de ellos el mejor partido posible, conviene ante todo aprender a conocer los materiales, a utilizar los colores, a evaluar proporciones, a equilibrar y repartir volúmenes —esto es, saber donde conviene colocar un mueble o dejar un vacío—; conocimientos sin los que no se sabrían apreciar en todo su valor las cosas más hermosas.

¿Dónde va a vivir?

En la ciudad, en el campo, en un edificio nuevo, en un piso antiguo, en una casita particular o en una granja espaciosa... o, sencillamente, en un simple estudio.

Sea cual fuere este hogar, representará cierta superficie, cierto volumen que necesitará organizar, adaptar a sus menesteres, a sus actividades; deberá no sólo satisfacer sus exigencias materiales, sino responder también a sus aspiraciones estéticas. El apreciar las ventajas de lo nuevo, el rejuvenecer lo viejo, paliar los inconvenientes de lo uno y lo otro, saber sacar provecho de la comodidad allí donde exista, crearla en donde no exista, todo ello exigirá muchas reflexiones y a menudo el valor de romper con tradiciones, con costumbres que no concuer-dan ya con nuestro modo de vivir.

¿Inquilino, propietario?

Tal vez no le sea posible elegir entre una y otra solución; las dificultades actuales de alojamiento le impondrán a menudo una decisión que no habría tomado en otras circunstancias.

Al inquilino de una casa de apartamentos no le gusta, por principio, emprender obras de cierta importancia. Se limita únicamente a los trabajos de limpieza y a aquellas mejoras poco costosas de las que sacará un beneficio inmediato. Política de corto alcance porque en verdad un gran número de arriendos que tenían que ser transitorios, se han prolongado indefinidamente.

El inquilino, antes de iniciar obras de alguna consideración, deberá obtener el correspondiente permiso del propietario.

De todos modos, aun en el caso de que no pueda introducir modificaciones de importancia, le será indispensable realizar ciertos trabajos relacionados con la higiene más elemental: desinfección del piso si existen dudas acerca del estado de salud de los inquilinos anteriores, lavar las pinturas o proceder a su completa restauración, o empapelar.

Aparte de los trabajos de limpieza, siempre le será posible transformar en alacena una puerta falsa; suprimir una puerta vidriera entre el comedor y el salón y, al unir estas dos habitaciones, convertirlas en una espaciosa y agradable "sala de estar".

Si quiere ser propietario de su casa, no descuide ciertas precauciones, porque esta operación presenta algunos riesgos.

¿Es antiguo el edificio? Busque el consejo de un experto en la materia (estado del edificio, importancia de las reparaciones, gastos de conservación). Haga un estudio crítico del alojamiento... Si se halla todavía ocupado, los muebles, la tapicería, los cortinajes, las alfombras ocultan el verdadero estado del lugar y pueden crear ilusiones engañosas sobre la comodidad real de la vivienda. El visitar un piso vacio evita desagradables sorpresas ulteriores.

Piense que las reparaciones indispensables para el arreglo de un piso antiguo, amenazan con aumentar notablemente su precio; y aquello que al principio parecía ventajoso, una vez hechas las reparaciones puede resultar tan caro como un piso nuevo sin poseer todas las ventajas.

¿Va a comprar a la vista simplemente de un plano? ¿Se construye por orden suya? De cualquier modo obre con cautela; rodéese también en este caso de toda clase de garantías financieras y técnicas.

El piso, comprado con sus ventajas e inconvenientes, es ya de su propiedad; a partir de este momento debe evitar las soluciones provisionales, parciales; adopte fórmulas definitivas, en función de su presupuesto, y ejecútelas, si es necesario, con urgencia.

Pero, aun siendo propietario, no podrá hacer cualquier clase de obras. En una casa de pisos (a menos que sea en la planta baja) no podrá eliminar las salidas de humos. Derribar un simple tabique, no exige precauciones particulares; no es un elemento sustentador. Pero debilitar una pared maestra, afectar a los cimientos de la casa, no se puede hacer sin el asesoramiento de los técnicos (arquitectos, contratistas) ni el consentimiento de los copropietarios, de lo contrario se arriesga a comprometer la solidez de todo el edificio y a tener que hacer frente a gastos importantes.

Organización del espacio

Ya ha elegido. Ha encontrado ese "raro objeto", un piso, una casa, un cuarto. Sin embargo, todos sus problemas no han quedado resueltos. ¿Cómo transformar ese local vacío en un hogar para vivir que, a la vez, sea cómodo y acogedor, elegante y práctico?

Los trabajos prioritarios

Primeramente, revise los servicios fundamentales (agua, gas, electricidad, equipo sanitario, inodoro, calefacción, etc.). Ya se dará cuenta de las obras que hay que realizar de inmediato.

El croquis de su futuro hogar

Después, con el metro en la mano, haga un croquis de su futuro alojamiento. En una hoja de papel cuadriculado (cuadrícula de 5 x 5 mm) dibujará el plano del suelo (dos cuadritos representan, a escala 1:10, 50 cm reales). No olvide los salientes. Indique en qué sentido se abren las ventanas, las puertas y su distancia del suelo. Anote la altura de cada lienzo de pared entre la ventana y el suelo, porque su altura le permitirá tal vez poner allí un mueble bajo, un fregadero, un lavabo, que no estorben al abrir la ventana.

Trace a continuación en distintos colores los trayectos necesarios para ir y venir entre las puertas, y de las puertas a las ventanas-De este modo habrá establecido los grandes ejes de circulación.

Modificación del plano

Cuando estudie el plano, se dará cuenta de los inconvenientes de su alojamiento: habitaciones mal distribuidas, demasiado grandes, demasiado pequeñas, dependientes unas de otras, falta de alacenas...

Entonces, estará en condiciones de examinar la conveniencia de modificar el reparto del espacio disponible y adaptarlo a su forma de vida.

Las zonas de su piso La circulación

Regla general: poder circular fácilmente de un lado a otro, sin dar paseos inútiles.

No tener que desplazar ningún mueble, por pequeño que sea, para abrir una puerta, o una ventana, o para tener acceso a una alacena.

No tener que rodear dos o tres muebles para alcanzar el cajón de una cómoda, el estante de una biblioteca...

Reparto y división del espacio

Su alojamiento debe responder a sus necesidades elementales: comida, sueño, higiene; pero también tiene que ser su refugio, lugar apacible que le permita recibir a sus amistades, leer, trabajar.

Si parte de estos datos, podrá determinar las zonas de su casa:

Cocina y comedor, necesariamente contiguos.

Dormitorio y cuarto de baño.

Rincón de descanso.

Rincón de trabajo.

La entrada, que preside el conjunto.

Pero, hablar de zona, no significa forzosamente pared. Una sola habitación puede servir para varios fines. El estudio es, a la vez, dormitorio, salón comedor y despacho.

El cuarto de estar de nuestros modernos apartamentos reúne el comedor y el salón. Estos lugares, distintos en sí, no se hallan ya separados por gruesas paredes... Tabiques ligeros y techos rebajados, permiten acentuar el perfil de los diversos rincones, sin romper completamente los volúmenes; tabiques móviles plegables, cortinas, consiguen aislar momentáneamente una zona determinada.

Un ejemplo de circulación

Todas las habitaciones del apartamento están distribuidas alrededor de la entrada. La importancia reside en el pasillo; es imposible instalar en él cualquier mueble. Los elementos del ajuar forman parte de la arquitectura.

A la derecha de la puerta de entrada se halla la cocina. En el centro de ella la

circulación queda libre: el ama de casa evoluciona sin estorbos, desde el fogón al fregadero.

A continuación, la sala de estar. El comedor, situado en espiga cerca de la ventana; dos butacas lo separan del rincón de descanso, pero dejan libre el paso a derecha y a izquierda y el acceso a los elementos de ordenación.

Al fondo del comedor, el cuarto de baño.

A la izquierda, los dormitorios.

Habitación 1. El centro del cuarto está enteramente libre. Sin necesidad de rodear mueble alguno para ir de la cama al despacho o al escritorio de la biblioteca al ropero.

Habitación 2. El acceso a la ventana y al ropero no está obstruido por mueble alguno, la circulación queda libre por cada lado de la cama hasta el tocador.

Disposición de los muebles

Espacio no es forzosamente sinónimo de "sitio". La gente suele quejarse de la exigüidad de los apartamentos actuales y compararlos con los de nuestros abuelos en donde uno podía moverse a sus anchas... Pero, ¿es verdad que se andaba con tanta libertad de movimientos por las viviendas de antaño? Guardo el recuerdo de estancias muy vastas, por sus dimensiones, pero en las que no podían darse tres pasos sin tropezar con un velador de ángulos agresivos o amenazar el equilibrio precario de la vitrina de las porcelanas. ¿Quién no ha conocido esos pisos llenos de pasillos y corredores que había que recorrer de un cabo a otro para ir de la cocina al comedor?

Por el contrario, un piso pequeño puede parecer mucho más grande de lo que es en realidad, si la elección y la disposición del mobiliario corresponden bien a las dimensiones de las habitaciones. Una pared enteramente equipada de elementos de ordenación que puedan yuxtaponerse no disminuirá sensiblemente el volumen de un cuarto pequeño. La superficie libre que se deja, permitirá la feliz disposición de muebles desplazares (mesas, asientos ligeros).

No abuse del juego de los espejos... No obstante, recuerde que los espejos grandes, al reflejar los espacios libres, le darán la ilusión de que son dobles. Dos espejos situados paralelamente multiplicarán sus reflejos al infinito.

Para valorar el lugar que ocuparían los muebles que ya posee o que desee adquirir, recorte en papel, a escala de su croquis, los modelos de los muebles (el espacio que ocupan). Dispóngalos sobre el plano según las zonas determinadas previamente; tenga en cuenta la circulación, el espacio necesario para abrir las puertas de un mueble, para moverse en torno a una mesa de comer. Pero piense que un mueble tiene tres dimensiones; no sólo debe tomarse en consideración su superficie, sino también su-altura, pues es el conjunto lo que determina su volumen.

Así, pues, un mueble de 2 metros de anchura y 80 cm de altura ahogará menos su habitación que un armario de 1,50 m de anchura y 2 de altura.

Evite el colocar juntos muebles del mismo volumen y de estilos diferentes.

No ponga las sillas pegadas a las paredes, sino alrededor de la mesa de comer.

La elección del mobiliario

No compre en bloque un salón, un comedor, un dormitorio. Corre el riesgo de que su hogar se parezca al catálogo de un fabricante de muebles. Sobre todo, no insista en un estilo de muebles determinado, antes de conocer el marco en el que va a colocarlos. Unos muebles antiguos en un marco moderno pueden realzar su valor; por el contrario, todo un mobiliario moderno de lineas escuetas desentonará en una habitación que ha conservado sus molduras y, en el techo, sus complicados adornos de escayola.

Escoja mueble tras mueble, busque entre ellos ciertas afinidades que tiendan a formar conjuntos afortunados, descubra, día a día, cada elemento, testigo de su vida. Además, el estilo de su hogar, por definido que sea,

no tiene porqué obedecer a un rigor, y tal mueble de familia, tal butacón recubierto de un tejido actual, no provocará ninguno de esos interiores "revueltos".

Si mezcla lo antiguo y lo moderno, busque, ya sean relaciones de línea y material, ya sean contrastes. Por ejemplo, un arcón barroco y un canapé de lineas claras. El combinar los estilos no es un defecto; pero sí lo es, y grave, el no respetar las proporciones armoniosas entre los muebles y la habitación donde estén instalados.

Recuerde, también, que nuestra manera da vivir actual no se adapta a reproducciones costosas y frágiles, al mobiliario de "época". Es totalmente ilógico vivir dentro de un marco del siglo XVII o del XVIII; su casa no debe convertirse en un museo... No obstante, esto no impide la inclusión de ciertos muebles auténticos; pero... ¡mucho cuidado! todas las épocas han tenido sus errores y sus obras maestras: un objeto antiguo no es a la fuerza sello de distinción, ni un mueble moderno, frío e impersonal. La elección resulta difícil, pero no deja de ser apasionante.

Ante todo, evite el llevar a su casa muebles sin estilo, o malas copias.

La comodidad no es un lujo

Oponerse al progreso en los dominios del hogar, es lo mismo que ir en contra de sus intereses de mujer y de ama de casa. La comodidad de su futuro hogar depende más de la instalación sanitaria que del estilo de los muebles; de una iluminación bien calculada que de tejidos costosos.

El agua es necesaria en dos lugares importantes de su hogar: la cocina y la instalación sanitaria. Es, en verdad, el punto elemental de su comodidad, y merece cualquier, sacrifìcio económico. El agua corriente caliente, representa además tal ganancia de

tiempo (vajilla), tal economía de sus fuerzas (colada, limpiezas, cuidados del niño), tal sensación de reposo (baños, duchas) que un ama de casa, en nuestros días, no podría prescindir de ella.

En las ciudades, el agua corriente se halla prácticamente a su disposición: a usted misma le toca distribuir lo mejor posible los puntos de agua e incorporar un calentador a la instalación de agua.

En el campo, el problema está a menudo sin resolver, pero existen varias soluciones: pozo, manantial, cisterna. Una bomba eléctrica asegurará la distribución del agua.

Es conveniente analizar un agua antes de utilizarla: a menudo, conviene filtrarla.

En numerosas regiones, las aguas son duras o calcáreas y obstruyen con el carbonato de cal las cañerías de los calentadores y de las máquinas de lavar, haciendo difícil el lavado y reduciendo el normal volumen de suministro. La instalación de filtros aplicados a la entrada general del agua fría resuelve el problema. Existen también pequeños filtros que se adaptan al grifo.

El agua caliente corriente

Antes se prescindía de ella, pero hoy en día es indispensable en la instalación de un cuarto de baño y de gran utilidad en el fregadero.

Una vez hecha la instalación, el precio suplementario del agua caliente es mínimo. El consumo de una familia de cuatro personas no sobrepasa mensualmente la suma dedicada por un fumador a tabaco.

Si la cocina y el cuarto de baño están juntos, sólo tiene que prever la instalación de un calentador de agua de gran capacidad. Pero si los dos lugares se hallan muy separados, es preferible que instale un aparato en la cocina y otro en el cuarto de baño.

Los calentadores de agua

A gas: el calentamiento es instantáneo, pero los aparatos tienen que estar instalados con ciertas condiciones de seguridad: ventilación directa al exterior y evacuación de los gases quemados.

Eléctricos: El calentamiento es instantáneo. Los aparatos se fijan directamente a los grifos y calientan el agua según las necesidades; solución práctica, pero costosa.

Por acumulación: El agua queda depositada en grandes depósitos verticales, horizontales o esféricos que se fijan en la pared o se colocan sobre un soporte. Su período de calentamiento oscila entre dos y seis horas. Un termostato asegura una temperatura constante y la puesta en marcha y paro automático.

Depósitos de agua caliente

Funcionan en conexión con la calefacción central o con una cocina alimentada con carbón, fuel-oil, etc. Pueden asegurar el suministro de agua caliente de una manera muy económica, particularmente en el campo, en una quinta o en una finca en donde se utilizan frecuentemente grandes fogones; su capacidad alcanza hasta los doscientos litros. En aquellos períodos en los que no se utilice el fogón, o la calefacción, puede preverse un sistema de calentamiento eléctrico anexo al mismo depósito.

El equipo sanitario

En los alojamientos nuevos, el problema queda resuelto. El cuarto de baño, y los inodoros ya están instalados. Lo que no ocurre siempre en las construcciones antiguas.

Creación del cuarto de baño

¿En dónde situarlo?

Antes de decidir su emplazamiento conviene asegurarse de que el suministro 'de agua y la evacuación de la misma pueden realizarse normalmente. (Siga el consejo del arquitecto y del fontanero.)

A fin de economizar los gastos de fontanería (cañerías de agua caliente y fría, evacuación), acople la instalación a la de la cocina. Por ejemplo: si la casa consta de dos plantas, sitúe el cuarto de baño de la planta superior encima de la cocina de la planta baja.

Por fin, si es posible, conviene que esté próximo a los dormitorios.

Presentamos a continuación esquemas que darán las medidas mínimas. Como ve, bastarán superficies muy exiguas. Cuando la entrada y desagüe del agua son factibles, es fácil transformar un rincón perdido en cuarto de baño o ducha.

La elección de los aparatos

La instalación de un cuarto de baño no es bastante; prevea además, si le es posible, varios puntos de agua: lavabos individuales en el inodoro y en los dormitorios.

En el campo: ducha en los lavaderos, grifo exterior para el riego del jardín, para el lavado del coche, etc.

No economice en la calidad; estos aparatos tienen que durar mucho tiempo.

Elija modelos de formas sencillas, prácticas, de ángulos romos, sin recovecos de limpieza difícil. El color ha de ser agradable: azul, rosa, amarillo, verde, gris. En cambio, los aparatos adornados, de formas rebuscadas, no son aconsejables; esas fantasías, siempre costosas, pasan de moda muy rápidamente. Los revestimientos de las paredes y la ropa de baño pueden aportar la nota alegre.

Los grifos: destinados a la distribución del agua en cualquier minuto del día y de la noche, tienen que ser de excelente calidad, fácilmente manejables y de forma que posibiliten la limpieza cotidiana.

El revestimiento de los aparatos: las bañeras corrientes destinadas a ser empotradas, deben recibir un revestimiento exterior: baldosines de mayólica, azulejos, mosaico vidriado o, más sencillamente, cuarterones de laca o laminados. En cualquier caso, no descuide la trampilla de control de las cañerías.

Los revestimientos: las paredes, al igual que el suelo del cuarto de baño, tienen que ser lavables y estar construidos con materiales que resistan a la humedad y al calor. A tal efecto, los revestimientos murales de mayólica, azulejos, pasta vidriada, marmoli-ta, acero esmaltado y mármol, serán utilizados en todos aquellos lugares particularmente expuestos a las salpicaduras del agua, es decir, alrededor de la bañera, de la ducha y del lavabo. Son preferibles a la pintura, por bueno que sea el esmalte empleado.

La instalación está completa con la adición de los accesorios indispensables: jabonera empotrada, toalleros, espejos...

El inodoro

Al igual que el cuarto de aseo, el inodoro en la casa o en el apartamento es uno de los elementos más importantes para su comodidad, y es también, a veces, el problema más difícil de resolver.

En un apartamento, los desagües de los inodoros son distintos de las otras cañerías de evacuación. Cuando no existen, su instalación es muy costosa, y no queda más remedio que decidirse a adoptar la solución del inodoro químico.

En las quintas, en las fincas aisladas, en las casas particulares, en donde no se cuenta con una evacuación directa a cloaca, existen varias soluciones:

El pozo negro cimentado, relativamente económico, exige un vaciado regular por una empresa especializada.

El pozo séptico es la solución más práctica; su instalación representa un gasto relativamente importante, pero la mejora que aporta a la comodidad de la casa compensa con creces este sacrificio económico.

El inodoro químico es una solución poco costosa, fácilmente realizable. Puede conectarse a un sumidero; ciertos modelos están dotados de agua corriente.

Para la comodidad de todos es preferible, en la medida de lo posible, que el inodoro sea independiente del cuarto de baño. Prevea una ventilación suficiente, y no olvide el desodorante, ni el papel higiénico, ni una escobilla y una toalla.

El gas

Cualquiera que sea el lugar que escoja para vivienda, podrá utilizar este combustible, limpio, práctico y eficaz, tanto para alimentar los aparatos de cocción y las lavadoras, como para los calentadores de agua, las calderas de calefacción central y los radiadores independientes. Cuando no le sea posible aprovechar el gas ciudad o el gas natural, podrá recurrir al gas en bombonas: butano y propano.

En principio, todos los aparatos modernos pueden ser adaptados a cualquiera de esos gases mediante una sencilla regulación o un cambio de inyector. Estas modificaciones, previstas por el constructor son llevadas a cabo por el instalador.

Adopte una calefacción

Allí donde las condiciones del clima lo hagan aconsejable, una buena calefacción es un elemento de comodidad primordial.

Prevea un aparato o una instalación de potencia suficiente, más bien ligeramente superior a sus necesidades, en previsión de los inviernos rigurosos.

No olvide que los aparatos de calefacción que adquiera tienen que ser fácilmente transportables (radiadores eléctricos, de aire caliente o por rayos infrarrojos; por aceite, etcétera: estufas de gas con la bombona incorporada, estufas de petróleo).

La calefacción central

Es el sistema de calefacción más agradable; el calor se reparte por igual en todas las habitaciones, evitando el contraste desagradable entre un pasillo glacial y una habitación caldeada en exceso.

Calefacción central por radiadores

La caldera está alimentada con carbón, petróleo o gas, y en ocasiones con madera. El agua caliente circula por los radiadores.

En un apartamento, adopte el gas ciudad. En cambio, en una casa o en una finca, en donde el almacenamiento de carbón o combustible no plantea ningún problema, emplee estos combustibles de costo sensiblemente más bajo.

En los chalets pequeños, una cocina de carbón o de otro combustible puede asegurar la alimentación de algunos radiadores y el servicio de agua caliente

Calefacción central por aire caliente

Ventaja sobre los sistemas precedentes: ningún riesgo de congelación, solución recomendable para cierto tipo de residencias, como las casas de campo: evita las limpiezas previas en invierno. El generador funciona tanto por fuel-oil o por carbón como por gas. El aire caliente se distribuye por las diferentes habitaciones de la casa por medio de tuberías; estas tuberías, poco estéticas, han de quedar disimuladas bajo falsos techos.

En un pisito de habitación única, instalará a falta de calefacción central uno o varios aparatos independientes: estufa de carbón siempre encendida, estufa de fuel-oil. radiador de gas o incluso estufa de leña. Todos ellos deberán acoplarse a salidas de humos, y si éstas no existen, entonces no le quedará otro remedio que utilizar los radiadores eléctricos.

Los materiales aislantes como elementos de confort

Los aislantes térmicos, permiten vivir en locales que, sin ellos, serían inhabitables (áticos, buhardillas) o bien mejorar considerablemente las condiciones climáticas de las casas mal defendidas del frío. El gasto que representa la compra e instalación de los materiales aislantes queda compensado por una economía muy notable de combustible.

Los aislantes en planchas, en rollos, en capas delgadas recubiertas de papel "craft" son fáciles de colocar por sí solos.

Las puertas, las ventanas, dejan que penetre el frío. La pérdida de calor se atenuará con cristales dobles, ventanas dobles, burletes adhesivos, o junturas metálicas.

La electricidad La iluminación

Cada día salen al mercado más y mejores aparatos eléctricos. Incorporados a su domicilio aliviarán sus tareas, harán más grata su vida. Pero sólo podrá utilizarlos si su instalación eléctrica ha sido proyectada pensando en este aumento de consumo. Por consiguiente, prevea ampliamente la fuerza de su contador: el mínimo son tres o cuatro kilo-watios.

La instalación general

Nada de chapuzas, es peligroso.

Si se instala en un piso antiguo, antes de volver a pintar, modernice la instalación existente.

La instalación interior tiene que ser práctica: los técnicos recomiendan el tendido de cables por la parte baja de la pared; de este modo, no sólo se pueden colocar muchos enchufes, sino que después pueden añadirse otros con un minimo de desperfectos y gasto.

Prevea por lo menos cuatro enchufes de 6 a 10 amperios por habitación, a los que seria prudente agregar un enchufe de 15 a 20 amperios, que permita el empleo de un radiador eléctrico para la calefacción complementaria.

Por un sencillo principio, el tendido a ras de suelo le permitirá cambiar fácilmente de sitio los candelabros, las lámparas y se facilitará el desplazamiento del aspirador, reduciendo la longitud de los cordones volantes, poco prácticos y antiestéticos. En la cocina, para conectar los aparatos domésticos, estos enchufes serán colocados a nivel de la zona de trabajo.

Tenga presente también un buen emplazamiento para los interruptores, una toma manejable desde el exterior para cada habitación, una doble conexión en las estancias de dos salidas (pasillo, escalera). Ningún enchufe en el cuarto de baño; se instalarán únicamente lámparas de tubo con un botón a presión y un enchufe para la máquina de afeitar.

La protección de su instalación estará asegurada por un disyuntor y fusibles, integrados en el mismo tablero, junto al contador.

La iluminación forma parte de la decoración, y la completa: el sistema de iluminación debe ser, por consiguiente, concebido al mismo tiempo que la decoración, para que se acople perfectamente a ella y realce su valor.

Reglas generales

Las luces no deben deslumhrar por su resplandor. Conviene disimularlas.

La iluminación de una habitación debe ser discreta, lo que no quiere decir que su intensidad sea débil.

Los contrastes "luz y sombra" demasiado insistentes, suelen fatigar la vista; hay que mantener un ambiente suave, y acentuar la intensidad de la luz en algunos puntos determinados: lugar de trabajo, mesa del comedor, rincón de lectura, vitrina, ramo de flores, etc.

La iluminación puede ser incandescente o fluorescente. Su elección no debe dejarse al azar.

La iluminación de las diferentes zonas de su casa

El recibidor: iluminación ambiental desde una ventana o desde un falso techo y luz fija en el teléfono, el espejo, el guardarropa.

La sala de estar: iluminación ambiental desde la caja de las cortinas, la cornisa, la vitrina, o por un foco colocado sobre un mueble alto, apliques, bandas luminosas, etc. En el rincón comedor se colocará una lámpara colgada si el emplazamiento de la mesa es fijo; un aplique mural si la mesa está dispuesta perpendicularmente a la pared; una lámpara de pie en los demás casos. La lámpara debe estar suspendida a 80 cm de la mesa.

En el rincón de reposo: zonas luminosas para la lectura y la conversación Campara de pie o de sobremesa).

En el dormitorio: luz ambiental tranquila y sedante; por ejemplo, lámpara fluorescente disimulada en el bastidor de la cortina. Iluminación sobre el tocador, en la cabecera de la cama, en el ropero.

En la cocina: luz ambiental en el centro. Iluminación situada encima de las distintas zonas de trabajo (no colocar los aparatos encima de las zonas de cocción y de lavado, a causa de los vapores).

El cuarto de baño: luz ambiental difundida por un tragaluz en el techo. Iluminación del lavabo, a ambos lados del espejo.

Los revestimientos de los suelos, paredes y techos

En todos sus problemas de instalación, su búsqueda, no sólo ha de orientarse hacia una mayor comodidad sino también hacia soluciones alegres, juveniles, incluso amenas y originales.

Los suelos

Deberá inclinarse por aquellos revestimientos de suelos cuyo cuidado sea muy sencillo. Encerados, barnizados o lavables; se le brinda una gran variedad, desde el plástico hasta los materiales naturales: madera, piedra, ladrillo. La elección depende de su presupuesto, pero también del carácter de la habitación.

El recibidor: aun protegido por una buena estera, es el lugar más castigado de la casa. En el campo, adopte un revestimiento lavable, embaldosado (piedra, baldosa, mármol) o plástico.

En la sala de estar, las mismas razones determinarán una elección semejante. Si es una continuación de la entrada, adoptará el mismo material, y esta unidad del suelo dará la impresión de espacio. Unas alfombras cómodas situarán el rincón de reposo, y una alfombra más ligera delimitará el rincón-comedor y evitará el ruido de las sillas en el suelo.

En la ciudad, las soluciones que suelen adoptarse, son los parquets tradicionales o encolados, o la moqueta, siempre más cómoda. También aquí las diversas zonas quedarán delimitadas por alfombras.

En el cuarto de baño, en la cocina, en el inodoro, suelos lavables e impermeables. Prefiera el gres o los ladrillos a cualquier otro material. Los encolados no son recomendables. Recurra a zócalos apropiados que eviten la juntura defectuosa pared-suelo.

Las paredes

Para recubrir y proteger las paredes de las habitaciones, no se utilizan únicamente la pintura y el papel pintado. Como en el caso de los suelos, deberá escoger estos revestimientos en primer lugar en función de las cualidades que usted les exige: lavables en los cuartos de aseo y en la cocina; elegantes y decorativos en los dormitorios y en la sala de estar.

En la sala de estar, la solución más económica será una buena pintura lavable en todas las paredes: más cara que el papel pintado, será de mayor duración y más fácil de limpiar. Pero, para diferenciar ciertas zonas, podrá utilizar revestimientos de madera, de tejido, de plástico mate y hasta de piedra.

Juegue con los colores y con los materiales, pero ¡cuidado con los muestrarios! su habitación tiene que conservar cierta unidad dentro de su diversidad.

En el dormitorio puede alternar la pintura y el papel pintado con dibujos: papel pintado liso y decorado, madera y tela.

En el cuarto de los niños, las soluciones han de ser prácticas: paredes poco frágiles y lavables, revestimiento estratificado, de plástico, de isorel lacado.

Los techos

Los revestimientos de las paredes pueden utilizarse en el techo. Madera, tela, isorel, staff, podrán rebajarlo, ocultar las molduras, las canalizaciones, cambiar el volumen de las piezas, limitar una "zona".

Podrá alegrar el conjunto con un papel pintado con dibujos; disminuirlo visualmen-te mediante un tono oscuro; alegrarlo, con un color determinado.

En la cocina y en el cuarto de baño no se olvide de los vapores; adopte una solución práctica; un buen esmalte es la ideal. Pero el blanco no es el color obligado. Por ejemplo, un techo azul en el cuarto de baño, se reflejará en el agua y le dará un color agradable.

Modificación del volumen

Ya ha estudiado cuidadosamente el diseño de su futuro hogar, previsto la instalación de un cuarto de baño, resuelto el problema de la calefacción. Pero, ¿está satisfecha de la decoración de las paredes, del volumen de las habitaciones? Acaso los techos sean demasiado altos, o los cuartos muy pequeños... o demasiado grandes.

Si es propietaria del edificio, siempre podrá rebajar los techos, levantar una separación, derribar un tabique, ensanchar una puerta, suprimir otra.

El techo falso

Su entrada es demasiado alta. Existe un procedimiento económico para dar la impresión de que es más baja: pintar el techo de un color muy oscuro. Pero si desea disimular la cornisa o las cañerías antiestéticas, se impone el techo falso. En este caso, dispone de varias soluciones: staff, tela montada en un bastidor, listones, franjas, chapa de madera. Si quiere limitar la parte del comedor, o el rincón de reposo, se le ofrece la misma solución.

Modificación de los tabiques

Dispone de dos cuartos pequeños, y desea uno grande. Mientras el tabique que los separa no sea de sustentación, puede suprimirlo. Si, en cambio, tiene una habitación demasiado grande, sin intimidad, ha de imponerle un "ritmo" al volumen. Varias soluciones: los tabiques móviles (puertas-mamparas, cortinas); los biombos; los muebles-tabique.

No vacile en facilitar el paso, cambiando el sentido de apertura de una puerta, o, sencillamente, suprimiéndola. Las puertas entre ciertas habitaciones, no siempre son indispensables: entrada-sala de estar, salón-comedor. También puede dar una impresión de espacio si ensancha la abertura.

El difícil juego de los colores

Hay que aprender a conocerlos, a escogerlos, a utilizarlos; hay colores que solazan, colores que refrescan. Unos son estimulantes, otros sedantes. La combinación de unos y otros permite crear ambientes totalmente distintos.

Los verdes y los azules son fríos y sedantes, los amarillos y los rojos, cálidos y estimulantes. Los distintos matices permiten pasar de los tonos cálidos a los fríos, del pálido al oscuro. Las armonías se modifican así hasta el infinito.

Seleccione los colores según el destino que dé a la habitación, el tiempo que vaya a estar en ella, su volumen y la naturaleza de las maderas de los muebles.

No coloque un mueble de caoba adosado a un tabique rojo. Por el contrario, resalte el tono de la madera mediante un verde o un azul. En cambio, un mueble de madera de fresno alcanzará su máximo valor si se coloca delante de una pared de color rojo anaranjado.

Tenga en cuenta la naturaleza del material; las superficies brillantes son más frías; un tejido, una alfombra, por su materia, resultarán más cálidos, aunque su tono sea frío.

Desconfie de los colores insípidos: los bei-ges rosados, los amarillos paja, los verdes mar, los malvas: todos ellos muy difíciles de armonizar con los tonos vivos y, empleados sin combinar resultan tristes. Inclínese por los grises más o menos claros: permiten que los demás colores destaquen.

No tema al blanco, que lo realza todo y da la impresión de espacio; nunca es triste; puede colorearse levemente para obtener blancos más o menos fríos, más o menos calientes.

Con paredes o marquetería oscuras, las puertas y las ventanas pueden destacarse en blanco.

No busque la originalidad porque sí; pero utilice no obstante los tonos mostaza, tabaco, verde oscuro, naranja claro, incluso el negro (sin abusar); un tono castaño, por ejemplo, puede "vestir" por si solo un lienzo de pared que parecería desnudo si su tono fuera claro.

En un recibidor están permitidas todas las fantasías. Un tono oscuro en el techo lo rebaja... paredes de colores vivos con puertas blancas, o al revés, puertas pintadas de un tono muy vivo y paredes blancas dan una impresión de alegría y de calor, muy grata para el visitante. Pero ¡cuidado! estos colores deben armonizarse con los del resto de la estancia, por ejemplo, el tono del techo puede repetirse en una silla, en una alfombra...

En la sala de estar, los colores dependerán de la luz que haya en ella y de su distribución. Busque los efectos de espacio por medio de valores opuestos ligados por grises o blancos. Las pequeñas superficies irán en tonos vivos (objetos colgados, huecos de hornacinas, pantallas, alfombras y tapices).

La cocina ha perdido su carácter de laboratorio, uniformemente blanco, verde mar o azul pastel. No le tema a las zonas de trabajo coloreadas, a una pared de tono vivo en contraste con una superficie blanca.

En el cuarto de baño no piense sólo en tonos claros: evite los verdes mar tan ingratos

para la belleza femenina. En un conjunto blanco, las puertas de las alacenas en tonos cálidos, los revestimientos de azulejos acordes o en oposición, darán una nota de alegría a este cuarto tan funcional.

En el dormitorio, cree un ambiente de tranquilidad y reposo. Evite los contrastes demasiado bruscos; sólo la colcha puede aportar, si la habitación es pequeña, una nota de color.

En cuanto al exterior, los postigos, las puertas, las verjas, conservarán las armonías tradicionales de la región fundidas al paisaje y, naturalmente, de acuerdo con su carácter.

Desconfie de ciertos colores incompatibles con la proximidad de la naturaleza (ramaje, cielo, flores); renuncie a los verdes demasiado crudos, a los rojos violentos. En las fachadas claras utilice para las maderas tonos constantes: verdes oscuros, castaños.

En fin, si vacila, hay dos maneras de no equivocarse jamás; escoja el blanco o el gris claro que se ajustan a cualquier casa, a cualquier región. ¿Hay algo más bonito que unas vallas blancas en medio del verdor del campo? O, si no, utilice madera barnizada.

La decoración de las ventanas

Las cortinas

Existe una gran variedad de cortinas y de visillos. Pero, no escoja un tejido sólo porque le gusta. Piense también en su destino: volumen, orientación, altura del techo de la habitación, estilo de los muebles, tono de la madera, color y material de los asientos y de las alfombras, revestimiento de las paredes.

Reglas generales:

Cuartos pequeños:

Tejido de cortinas liso o con pequeños dibujos.

Cuartos espaciosos: Tejido con grandes dibujos. Cuartos estrechos:

Dibujos preferentemente horizontales. Cuartos de techo bajo:

Dibujos preferentemente verticales.

Cuartos orientados al norte:

Tonos calientes.

Cuartos expuestos al sol:

Los tonos fríos son aconsejables.

Paredes con papel pintado, de dibujos:

Cortinas lisas o con el mismo dibujo que

el papel.

Paredes blancas o muy claras:

Efecto de contraste: cortinas de colores

vivos; efecto de calma y reposo: tejido liso y claro.

Con unos visillos de dibujos marcados: Cortinas lisas.

Con unos visillos de dibujos ligeros: Cortinas con iguales dibujos, o lisas. Atención: si la superficie de las cortinas es muy grande, piense en la importancia que adquirirán el color y el dibujo al correrlas.

La confección de las cortinas

Determinación de las medidas: Altura: se calcula añadiendo a las medidas de la cortina terminada (tomada a un cm del suelo) el valor de la altura de los dos dobladillos, de arriba y de abajo.

Barra vista: La altura debe tomarse por debajo de la barra: se utilizan corchetes ordinarios, el dobladillo de la parte superior de la cortina mide 5 cm, el de la parte inferior 15 cm.

Barra oculta: La altura se toma por encima de la barra.

Si para la parte superior se utilizan anillas, el dobladillo mide entonces 15 cm y lo mismo el de abajo.

Anchura: Cuanto más ligero sea el tejido, mayor deberá ser la amplitud.

Depende de tres medidas:

1. La cabeza: Su dimensión representa la anchura que debe cubrir la cortina. Según la importancia de la ventana se deberá utilizar uno o varios anchos de tejido para la confección de una sola cortina.

2. La vuelta o distancia entre la anilla fija y la pared: Variable según la separación de ía barra con relación a la pared. (No olvide los dobladillos en cada una de las extremidades.)

3. La amplitud de los pliegues: Las anillas se colocan aproximadamente cada 10 cm. A cada anilla le corresponde un pliegue, cuya anchura varía entre 7 y 10 cm.

Los tejidos estampados

Es indispensable acoplar los dibujos a la longitud y a la anchura. La pérdida de tejido es más o menos importante de acuerdo con ambos datos.

Acoplamiento en longitud:

Conociendo el largo del tejido necesario para la confección de la cortina, buscará cuántas veces la altura del dibujo está contenida en esa medida; en un par de cortinas (y en todas las cortinas de una misma habitación) los dibujos deben encontrarse a la misma altura.

Acoplamiento en anchura:

Cuando las dimensiones de las ventanas necesitan más de un ancho de tejido por cortina, es indispensable el acoplamiento de los dibujos a la costura.

En los bordes hay un dibujo partido, por lo tanto, el de la derecha se completa con el de la izquierda.

Elementos complementarios: Plomo para dar paso a los tejidos ligeros, forro en el reverso de la cortina para disimular los dobladillos; muletón para darle una buena caída y evitar la transparencia.

Los visillos

Los visillos no tienen porqué ser sencillos velos de algodón, de fibra o de tergal; existe actualmente una gran variedad de tejidos transparentes, de textura irregular que desempeñan a la vez el papel de cortina y de visillo. La gama de su colorido es muy extensa y permite efectos de transparencia muy curiosos.

Determinación de las medidas

Altura: Se calcula agregando a las medidas del visillo terminado (tomadas a dos cm, del suelo) 10 cm para el doble dobladillo de la parte de arriba, y 60 a 80 cm para el de la parte inferior.

Anchura: Debe ser el doble o el triple de la dimensión de la cabeza.

La cabeza tiene que ir siempre fruncida, ya sea por medio de una cinta elástica, o por una cinta con cordones de fruncidos, o bien a mano.

El mobiliario

El recibidor

Existe, sin razón, cierto orden de preeminencia entre las diferentes habitaciones de una vivienda: según este orden, la entrada, muy a menudo, queda relegada al último lugar. Sin embargo, debemos dedicarle la mayor atención, puesto que es el sitio donde se recibe a los invitados, produciendo en ellos una primera impresión. Puente entre el exterior y el interior, pone también en comunicación las diferentes zonas de la casa.

Sus dimensiones, la importancia de las puertas y del paso suelen obligarnos a reducir el mobiliario a lo esencial: el perchero, una mesilla para depositar en ella guantes y bolsos y un paragüero: pero si el espacio lo permite, quedará más cómoda con la instalación de un guardarropa, una silla o dos, un velador, y ya resulta más acogedora.

La iluminación ampliamente difundida, artificial si no hay otro remedio, hará más grata la bienvenida al visitante.

Este lugar, a menudo sin muebles, puede animarse a base de superficies coloreadas (techo, puertas), ampliaciones fotográficas que recubran alguna mampara, un espejo, plantas o flores.

El rincón-comedor

A causa de la exigüidad de los apartamentos y de la casi desaparición del servicio doméstico, el comedor, habitación únicamente reservada a las comidas, tiende a desaparecer. Nuestra afición al espacio hace que prefiramos una habitación grande que reúna el comedor y el salón, en vez de dos pequeñas. Además, cuando el espacio es tan valioso ¿resulta lógico reservar toda una habitación que permanecerá inactiva 20 o 22 horas de las 24 del día?

Entonces, ¿dónde se podrá comer? En la cocina si sus dimensiones lo permiten. Más a menudo en la sala de estar. El mobiliario: Esencialmente, una mesa con las sillas correspondientes, un mueble o una alacena de ordenación para la vajilla y los accesorios de las comidas.

Situada en una gran cocina, sala común en el campo, el lugar reservado a las comidas estará instalado fuera del paso fregadero-fogón, y quedará más o menos aislado de esta zona por un elemental mobiliario, un ligero tabique, una diferencia de color, de material o de nivel de techo.

En la sala de estar, situará el comedor en un ángulo de la habitación, conservando así toda la importancia del rincón de reposo, y cerca de la cocina; el servicio será así más fácil. La separación cocina-comedor, no tiene que consistir a la fuerza en un tabique de material "duro". Podrá estar constituida por un mueble de ordenación que sirva para depositar los platos y que deje el paso libre por ambos lados.

La elección de la mesa: se le ofrece una gran variedad: mesa redonda, cuadrada, ovalada, rectangular; incluso existen mesas bajas transformables, ideales cuando las dimensiones de la sala de estar no permiten la instalación de un rincón-comedor fijo.

Le mesa, de medidas normales, tiene que resultar suficiente para las comidas de la familia, y poder alargarse.

Un comensal ocupa 0,56 m. Para calcular la longitud de una mesa, se toma esta medida desde el centro de cada plato al siguiente; añadiéndose a cada extremo 0,34 m; si hay un invitado, 0,44 m.

Las sillas deben ser estables, sólidas (sobre todo el ensamble de las patas posteriores), ligeras por el continuo movimiento a que se las somete, tapizadas de un material resistente, y, en la medida de lo posible, lavable...

El rincón de reposo

Estamos lejos del salón tradicional de nuestros abuelos, que se abría los días de recepción. Su aspecto habitual, era: fundas en las sillas y postigos cerrados. Hoy se ha integrado a la vida hogareña: a la vez rincón de reposo, de música, de televisión, de juegos, reúne por la noche a los miembros de la familia y a los amigos.

Los muebles esenciales serán por consiguiente asientos cómodos: sofá, butacas y mesas bajas, dispuestos para facilitar las conversaciones. Habrá que situar estos muebles fuera de la zona de paso y más o menos apartados de la zona-comedor.

Una vez colocados los asientos ¿en dónde situar la televisión, el tocadiscos, la radio, el bar, los sitios? La solución más corriente es una pared enteramente equipada, que reúna todos estos elementos dispares.

Llamamos la atención sobre el hecho de que el emplazamiento de la televisión está sujeto a ciertas reglas. Lo mejor es que el aparato esté colocado contra una pared ciega, sin ventana alguna frente a ella, a fin de evitar los reflejos. La distancia de los espectadores debe ser igual a siete veces la diagonal de la pantalla; la altura aproximada: la de los ojos de un hombre sentado (entre 100 y 120 cm, según los asientos). La mejor luz, la ambiental: detrás1 de la pantalla por proyección sobre la pared. El tocadiscos, la radio, encuentran su sitio en todas las salas de estar. Los aparatos independientes, raras veces resultan estéticos; es preferible incorporarlos a un gran mueble que incluye también a la discoteca.

El bar: elemento del mueble de ordenación o mueble independiente, contendrá los vasos, los aperitivos y las tapas.

Los sitios: la ordenación de los sitios exige escasa profundidad; la estantería animará una pared sin disminuir sensiblemente el volumen de la habitación.

El rincón de trabajo

Trabaja usted fuera de casa, y pasa muy poco tiempo en su hogar; o bien sus ocupaciones se limitan a las tareas domésticas. Un verdadero escritorio le sería totalmente inútil; no obstante, siempre tendrá que escribir una carta u ordenar papeles. Un rinconcito tranquilo le será indispensable. ¿En dónde situarlo?

¿En la sala de estar? Es la peor solución, pero a falta de espacio, un pequeño secreter adosado a la pared le será muy práctico.

La alcoba, si sus dimensiones son suficientes, le permite la inclusión de un pequeño escritorio, o un secreter; o, también, disponer junto a la ventana un rincón de trabajo. Entonces, en silencio, podrá dedicarse a su correspondencia, o a resolver ciertos problemas: facturas, control de sus presupuestos.

Pero si trabaja en casa, no tardará en serle indispensable un cuarto "privado": los elementos de ordenación y el mobiliario adaptados a sus actividades, se harán necesarios.

El dormitorio ¿Alcoba o cuarto de estar?

Si dispone de dormitorio, su cama mantendrá el aspecto tradicional, pero si no tiene más remedio que colocarla en la sala de estar, la cama perderá ese aspecto utilitario y deberá amoldarse al marco que haya usted creado.

Ante todo, una buena cama. No economice en calidad. Es una adquisición que ha de durar.

En otros tiempos, la elección se limitaba al sommier tradicional (de muelles, de caja, etcétera...) y al colchón de lana y de crin.

Ahora, la elección es más extensa. Aparte de la cama clásica, existe una gran variedad de sommiers metálicos, o canapés de muelles que permiten la creación de camas más bajas, más en armonía con el volumen actual de las habitaciones; existe también una gran variedad de colchones: de muelles, de espuma de látex, etc. Tienen la ventaja de que no se deforman, y de que eliminan la molestia de sacudirlos diariamente.

El marco de la cama: la elección es también muy variada. La madera de la cama, integrada por los travesanos, por la cabecera y por el pie, puede ajustarse al sommier y al colchón. Pero también el conjunto puede descansar sobre una cabecera y un pie fijos directamente al sommier. Puede elegirse asimismo, una cama transformable, un sofá-cama. Pero si opta por una de estas últimas soluciones no olvide que la cama tiene que ser plegable y de fácil manejo.

Las dimensiones:

Para una persona:

de 0,75 a 0,90 x 1,90 m.

Para dos personas:

de 1,30 a 1,50 x 1,90 m.

Las colchas

Dispone usted de una extensa variedad. La colcha revelará el carácter de su dormitorio, pero también conviene que se adapte al estilo de su cama.

Colchas lisas, con volantes fruncidos o plisados, según la contextura del tejido, con cenefas, funda caída o funda remetida...

También puede cubrir una cama baja con una gran colcha extendida sencillamente, a la americana, ribeteada, si se quiere, por una pequeña franja de color. Para las camas turcas se han puesto de moda las colchas de algodón hechas de punto o a ganchillos. Ustedes mismas pueden realizar un cubrecama encantador con cuadros de lana de colores variados.

La ordenación

Un objeto cualquiera, abandonado, es causa de desorden. Si quiere que su hogar resulte armonioso, apacible, impóngase esta disciplina: orden. El orden es estético y, a la vez, ahorra mucho tiempo y evita la irritación de tener que estar siempre buscando una cosa.

¡Atención! Ordenar, no significa amontonar los objetos a capricho dentro de un armario, sino dar a cada cual un sitio determinado y conservarlo.

"Un sitio para cada cosa, y cada cosa en su sitio", dice el refrán, nunca tan cierto como hoy. Decoradores e industriales, se han interesado por el problema del orden, y existe una gran diversidad de modelos, adaptados a cada caso, a cada objeto que haya que ordenar; grandes armarios, totalmente empotrados, equipados para guardar objetos diversos; elementos separados que pueden combinarse según las necesidades. Asimismo existen elementos de ordenación interna, adaptables a una alacena, al cuarto de los trastos, a un armario antiguo: cuerpos de cajones, casilleros de madera, de materia plástica y accesorios que permiten el máximo de divisiones: anaqueles, barras, bolsas, etcétera.

Ordenar significa, ante todo, clasificar. Si la naturaleza de los objetos, determina su "modo" de ordenación, su frecuencia de utilización específica la "zona" de la ordenación.

La mejor zona de ordenación, la más directamente accesible a la vista y a la mano, se halla comprendida entre 80 y 180 centímetros del suelo; en dicha zona distribuirá los objetos de uso frecuente. De 50 a 85 cm del suelo, cajones o compartimentos de puertas correderas que permitan distinguir cómodamente objetos que serían poco visibles sobre estantes fijos.

Por debajo de los 50 cm colocará los objetos pesados; por encima de 180 cm las cosas de uso poco frecuente: vestidos que no son de temporada, limpios y cuidadosamente empaquetados, equipos especiales, maletas.

Y, ¿dónde situará los elementos de ordenación? Por de pronto, piense en recuperar todo el espacio posible; nunca hay bastante. Adapte los rincones, un fondo de un pasillo, un arranque de escalera, el revés de una puerta de servicio; transforme en armario el volumen recuperado por la supresión de una puerta, por la creación de un falso techo.

Siempre le resultará fácil armonizar las superficies exteriores de un conjunto de ordenación con el estilo de su habitación, ya sea mediante la elección de la madera, ya sea con un revestimiento de papel pintado, de una ampliación fotográfica o, más sencillamente, pintándolas como el resto de la estancia.

En la medida que le sea posible, elija para cada objeto un sitio cercano al de su utilización: trapos, en la cocina; toallas, en el cuarto de baño; sábanas, en el dormitorio; vajilla, cerca del rincón-comedor. De este modo evitará muchos paseos inútiles.

Una vez que haya determinado el sitio, la zona y el modo de ordenar las cosas, podrá ya guardar, es decir: alojar un máximo de objetos en un espacio mínimo.

Los objetos como complemento de la decoración

Una casa sin objetos da una impresión de vacío, de tristeza, de impersonalidad. Ni tanto, ni tan poco. Evite la acumulación, pero también la desnudez excesiva. Hay que aprender a elegir los objetos y a colocarlos; su volumen, su color, su estilo, forman parte de la estructura global de sus habitaciones. Un objeto mal elegido puede afear un hermoso mueble, del mismo modo que un cuadro mal colocado desequilibra la composición de un lienzo de pared.

Escoja formas sencillas, materiales naturales. Prefiera la madera, el cuero, el mimbre, el gres, a los modelos de plástico que quieren imitarlos.

Los objetos útiles pueden ser muy decoratívos: sus formas, funcionales, bien adaptadas a su empleo; un material escogido los embellece. Cuando vaya de vacaciones, no se vuelva con el recuerdo turístico; al contrario, sepa encontrar la verdadera producción regional... (alfarería, cestería, madera labrada). Descubra en la tienda del chamarilero, en el sótano, en el desván, el objeto curioso: botellas viejas, platos, palmatorias, vasijas, cobres. En cuanto a los grabados y dibujos, rechace los horrendos "cromos"; elija reproducciones de obras de maestros; las hay excelentes. No olvide que puede encontrar muy bellos grabados en galerías de arte.

Coloque bien las cosas:

1. No coloque sistemáticamente el cuadro o el grabado en el eje central de un mueble con un jarrón u otro objeto a cada lado. Aisle el cuadro o el grabado y coloque los objetos al otro extremo a fin de equilibrar la composición.

2. No coloque los grabados escalonados, sino siguiendo la misma línea.

3. Los cuadros o grabados colgados al azar, invaden toda la pared, sin dejar descansar la vista. Colóquelos agrupados, encima del mueble bajo, prolongación del diván.

Las plantas, las flores

Una casa sin flores ni plantas es tan triste como un rostro que nunca sonríe.

En el campo las flores no son caras. Pueden cultivarse en el jardín. En invierno, una planta con flores, un ramo de hierbas, de flores o de hojas secas puede remplazarías. En la ciudad, siempre le queda el recurso de comprar un ramillete barato, o poner una rosa en el jarrón:

Disponga siempre las flores, en función del lugar donde las coloque; grandes ramos sobre un arcón; un ramillete redondo sobre una mesita baja.

Cuide las plantas de su piso; agrúpelas en una jardinera; cree así un rincón de verdor.

Ponga flores en los balcones, en las terrazas, rodee su casa de flores variadas.

Algunos consejos sobre el arreglo de la casa

Juntas hemos recorrido las diferentes zonas de una vivienda, juntas hemos abordado los problemas que plantea su instalación, desde el equipo sanitario hasta el modo de colgar un cuadro. Creemos que ahora es necesario hacer la síntesis de todas estas nociones para su aplicación concreta, y, con este fin, vamos a darle algunos ejemplos típicos de organización del hogar. Comenzaremos por el caso más modesto, la habitación única, para terminar por la gran sala común.

Su problema será, tal vez, muy distinto, y el plano de su vivienda muy distante de las soluciones propuestas. Pero, en cualquier caso, no olvide que la comodidad y la estética de una habitación dependen de la distribución, de la hábil afinidad entre las habitaciones y el mobiliario, de sus posibilidades de utilización, de su emplazamiento, de que cada objeto concuerde con su función, así como de la selección de los equipos técnicos necesarios.

Para ilustrar nuestros ejemplos, le proponemos algunos croquis. A fin de facilitar la lectura, nos hemos limitado a lo esencial; ninguna ornamentación inútil: todos los muebles responden a una función precisa, a un sentido lógico. Las zonas con que contamos están bien delimitadas, el paso es fácil.

El mismo anhelo de lógica y de claridad ha de guiarle en el arreglo de su hogar.

Sea cual sea el estilo de los muebles que haya elegido, antiguo o moderno, o una combinación afortunada de los dos, los consejos que le demos seguirán siendo válidos, ya que la comodidad y el atractivo de su casa dependen de la organización del espacio y de los elementos disponibles.

Estudie todas las soluciones posibles sin hacer caso de sus prejuicios, prescinda al principio de ideas preconcebidas, que amenazan con orientar su elección hacia soluciones triviales. Por ejemplo, usted está acostumbrada a ver la mesa de su comedor en el centro de la habitación. Piense que también puede situarla delante de la ventana, en una esquina o perpendicular a una pared.

No tiene por qué colocar un mueble en el eje de un lienzo de pared; al contrario, una disposición asimétrica puede aportar una nota de fantasía y dejarle mayor libertad en la distribución de los otros elementos, muebles y objetos.

Plantee el problema en su totalidad; el ramo de flores, el grabado, vendrán a su debido tiempo. Esperamos que los ejemplos mencionados le ayuden a resolver su propio problema.

La habitación única

Típica vivienda mínima sin comodidades. pero la proximidad de unas cañerías permite Los sanitarios se hallan en el pasillo, afuera, la instalación de un lavabo

A pesar del poco espacio disponible, este plan lleva a una correcta distribución, de acuerdo con las distintas funciones.

Al fondo, a la derecha, cerca de la ventana, la cocina-tocador, prolongada por una mesilla para comer; en el ángulo opuesto, entrando a la izquierda, el rincón dormitorio-reposo. Cada espacio dispone de áreas de ordenación.

Esta instalación provisional (un alojamiento de este tipo sólo debería de ser una solución transitoria) se ha realizado con unos gastos mínimos. Ningún material de lujo: los elementos de ordenación son de madera pintada de blanco; la cortina y el cubrecama, de tela estampada; la butaca, de mimbre.

El estudio

Seguimos con la habitación única, pero esta vez con dependencias: entrada, cocina, cuarto de baño. La cocina y el cuarto de baño presentan toda la comodidad de una instalación racional y suficiente.

Este alojamiento conviene perfectamente a un soltero o a un matrimonio sin hijos.

Plan de la reforma

Esta habitación única es a la vez alcoba, salón, comedor y despacho. Durante el día tiene el aspecto de un amplio lugar de reposo: la cama, disimulada en parte bajo la estantería de la biblioteca, es un cómodo sofá con patas, provistas de ruedecillas, que permiten desplazarlo fácilmente.

La mesa del comedor (80 x 80 cm) se convierte en mesilla baja; las sillas plegables pueden guardarse en una alacena. El secreter sirve de escritorio.

Tres habitaciones... un apartamento

Una situación excepcional (tres cuartos contiguos) ha permitido llevar a cabo una transformación importante en un espacio desprovisto en principio de comodidades.

Una comparación de los dos planos revela inmediatamente el interés de los trabajos.

Vemos que se ha creado un verdadero apartamento. Únicas objeciones: la cocina no tiene acceso directo al exterior, el cuarto de aseo está lejos de la alcoba; pero no había más remedio que destinar a la cocina y al sistema sanitario los únicos conductos de evacuación posibles: los desagües del inodoro y la entrada del agua.

El espacio que comunicaba con las tres habitaciones se ha transformado en la entrada de la casa; se halla separado del rellano de la escalera por una puerta; la puerta de la habitación 3 ha servido para instalar el ropero. La habitación 1 a la izquierda de la entrada, no ha sido modificada, y se ha convertido en el "dormitorio" del apartamento.

La entrada comunica directamente con la sala de estar; el tabique entre las habitaciones 2 y 3 ha sido derribado; la cocina forma parte integrante de la sala de estar; pero un mueble en espiga, de ordenación, para vajilla y platos, la aisla sin cerrarla del todo. Para la aireación de la cocina, se ha procedido a la apertura de una ventana.

Uno de los inodoros del rellano ha sido incorporado, una vez agrandado, al apartamento; comunica con el cuarto de estar. Se ha instalado una ducha encima de la taza turca, y la evacuación directa del agua se realiza mediante un enrejado móvil. Una cortina la separa del lavabo. La evacuación de las aguas de la cocina se lleva a cabo por las tuberías de los retretes.

El piso antiguo sin comodidades

En propiedad

Tres habitaciones, cocina, inodoro; sin calefacción.

Las posibilidades económicas del propietario de este pisito falto de comodidad le han permitido realizar trabajos importantes.

Trabajos preliminares: instalación de un cuarto de aseo y de la calefacción central.

Trabajos de reforma: derribo de un tabique para crear una sala de estar de vastas proporciones.

Trabajos de pintura, de embaldosado, etc.

Plan de la reforma

Entrada: sin modificación salvo la instalación de un techo falso con moldura luminosa alrededor del mismo que enfoque las paredes con luz oblicua y dé la impresión de espacio; frente a la puerta de entrada, un gran armario ropero; el guardarropa para las visitas queda en el pasillo que lleva a la cocina.

Sala de estar: el tabique de separación de las habitaciones 2 y 3 ha sido derribado para formar la sala de estar. En el suelo, una moqueta.

Las cortinas ocupan toda la pared de las ventanas; en el fondo de la habitación, el rincón-reposo; un sofá prolongado hacia el lado de la ventana por una jardinera y a la derecha por una mesita pequeña con cajones para la ordenación de los discos; incluirá el tocadiscos, la radio, etc.

Perpendicularmente, unos elementos de ordenación agrupan biblioteca, armario para la vajilla y bar-secreter. El rincón-comedor se halla cerca de una ventana.

Dormitorio: ha perdido un metro en toda su longitud; en el espacio así delimitado han sido instalados el cuarto de aseo y un armario ropero; la proximidad del patio interior ha facilitado el paso de las cañerías, la entrada del agua y la evacuación de las aguas sucias, así como la ventilación. El calentador de agua eléctrico que alimenta el cuarto de aseo se halla disimulado en la alacena. El dormitorio, ahora de dimensiones reducidas, no puede recibir muchos muebles; sus únicos elementos son el lecho y el tocador; algunas estanterías ocupan el hueco del lado de la ventana en toda su altura.

Cocina: totalmente reformada. El pequeño fregadero ha sido sustituido por un fregadero doble de acero inoxidable. La caldera de gas alimenta de agua caliente el fregadero.

Bajo el frigorífico, adosado a la pared, un mueble auxiliar.

El mismo apartamento en alquiler

Escogerá la única habitación que tenga una chimenea para hacer de ella el salón y calentará las demás habitaciones por medio de radiadores eléctricos, estufas de butano o de petróleo.

Instalará la ducha plegable en la cocina y tomará el agua caliente del fregadero

Plan de la reforma

Entrada: crearán el ambiente un papel pintado romántico (techo inclusive) y un viejo armario habilitado para ropero.

Habitación 1: las cortinas y la colcha estarán de acuerdo con el diseño del papel que recubra la pared de la ventana junto a la que se colocará la cama. Unos elementos de ordenación ocuparán toda una pared.

Habitación 2: convertida en comedor mediante una mesa redonda, un antiguo aparador y sillas modernas. Un empapelado a listas horizontales ensanchará la pared opuesta a la ventana (puerta inclusive).

Habitación 3: salón. El sofá se apoyará contra una pared revestida de la misma tela que aquél. A los dos lados de la chimenea, unos anaqueles adornarán la pared hasta arriba. Dos sillones, un pequeño velador.

La instalaciòn en una buhardilla

El arreglo de un desván, es siempre seductor, pero bastante difícil y caro. Iluminado por claraboyas, exige la apertura de ventanas. El suministro de aguas y su evacuación plantean serios problemas, pues no siempre es posible la conexión con las conducciones de las plantas inferiores. Por lo tanto, resulta indispensable consultar con un arquitecto. La conexión con los tubos del gas y la instalación eléctrica, sólo puede resolverlas un especialista.

Frío en invierno, caluroso en verano... La instalación de un material aislante corregirá en parte estas imperfecciones.

La proximidad del tejado facilita la instalación de las salidas de humos, pero el tiro no es siempre bueno, ya que una chimenea necesita cierta altura; en ese caso se precisa un aspirador sobre la boca de la salida.

A menudo la disposición de los muebles se hace difícil por la estructura inclinada de las paredes; conviene ahorrar el mayor espacio en el centro y cualquier pretexto será bueno para sacar el máximo partido de las zonas bajas.