El agua es necesaria en dos lugares importantes de su hogar: la cocina y la instalación sanitaria. Es, en verdad, el punto elemental de su comodidad, y merece cualquier, sacrifìcio económico. El agua corriente caliente, representa además tal ganancia de
tiempo (vajilla), tal economía de sus fuerzas (colada, limpiezas, cuidados del niño), tal sensación de reposo (baños, duchas) que un ama de casa, en nuestros días, no podría prescindir de ella.
En las ciudades, el agua corriente se halla prácticamente a su disposición: a usted misma le toca distribuir lo mejor posible los puntos de agua e incorporar un calentador a la instalación de agua.
En el campo, el problema está a menudo sin resolver, pero existen varias soluciones: pozo, manantial, cisterna. Una bomba eléctrica asegurará la distribución del agua.
Es conveniente analizar un agua antes de utilizarla: a menudo, conviene filtrarla.
En numerosas regiones, las aguas son duras o calcáreas y obstruyen con el carbonato de cal las cañerías de los calentadores y de las máquinas de lavar, haciendo difícil el lavado y reduciendo el normal volumen de suministro. La instalación de filtros aplicados a la entrada general del agua fría resuelve el problema. Existen también pequeños filtros que se adaptan al grifo.
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